Nuestra novia quería un ramo de novia que no llevara flores, que le perdurase en el tiempo, que fuese distinto, y tenía ya en mente cómo quería que fuera.
Los colores eran marfil y dorado, y llevaría brotes o pistilos grandes.
Buscamos un material ligero para que el ramo no pesara, dimos forma a los pistilos y los pintamos uno a uno.
Los fuimos juntando con hilo de seda en color champagne y creando la singular maraña que formaría el ramo.
Y le pusimos unas varillas de ratán y unas cintas para darle su aspecto final.
Así es que éste fue el ramo de novia que lució la novia, que llevaba un vestido y pamela de época, en un marco precioso como es la Hacienda El Pinar, en el Puerto de Santa María.
Besos
Emma Ascot
Sin duda, una maravilla! Si me llega el día ya sé a quien acudir. Precioso chicas.
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!! Aquí estaremos para lo que necesites! Un beso
EliminarEspectacular el resultado, con lo difícil que es plasmar las ideas que los demás tienen en la cabeza, ellas lo hicieron a la perfección. Gracias de nuevo...!!
ResponderEliminarMªJesús
Gracias a ti! Fue una gozada verte lucirlo.
EliminarUn besote